Poseer y saber manejar un ordenador e Internet es un aspecto fundamental en la vida de hoy en día. En la red podemos hacer absolutamente de todo: informarnos, comprar, vender, estudiar e incluso trabajar. El mundo tecnológico, a pesar de sus carencias, es también un elemento diseñado para facilitarnos la vida y para eliminar todo tipo de barreras y distancias.
Sin embargo, hay quien parece reacio a valerse de las ventajas tecnológicas y decide seguir haciéndolo todo a la antigua usanza. Hablo sobre todo de los más mayores, personas a las que todo lo relacionado con la informática les parece lejano y destinado exclusivamente a los jóvenes. Algo que no tiene por qué ser así.
Cuento esto por mi abuelo. Él, que ya supera los 80 años de edad, jamás había querido saber nada del mundillo tecnológico. Decía que era muy mayor para eso y que para su vida no ayudaría en nada. Pero hubo algo que le hizo cambiar de opinión de manera radical e inesperada. El hombre es muy aficionado a la cerámica, y sobre todo le encantan las celosías para cubrir las ventanas de su casa. Como en el pueblo apenas sabía dónde podía acudir a comprarlas, le sugerimos que aprendiera a manejar un ordenador para poder informarse por Internet.
Aunque le costó entrar en razón, al final lo hizo. Aprendió de manera rápida a usar un ordenador y tardó muy poco en descubrir lo que andaba buscando. En www.ceramicaparaarquitectura.com pudo comprar esas celosías para las ventanas que quería, y se interesó por otra serie de productos relacionados con la cerámica, una de sus grandes pasiones. Terminó bastante contento con la calidad y el aspecto económico de sus adquisiciones y guardó la página en “favoritos” para tenerla siempre en cuenta cuando tuviera que volver a realizar alguna compra.
Una vez compradas las celosías, no tardó en montarlas en las ventanas, tal y como deseaba. Fue un trabajo fácil, sin demasiadas complicaciones. Mi abuelo no podía creer que gracias al aprendizaje de las nuevas técnicas tecnológicas pudiera haber conseguido lo que deseaba. Reconoció que se había mostrado un tanto orgulloso y me agradeció los consejos que le había dado.
La industria cerámica española, a la cabeza
El negocio de la cerámica es en nuestro país un sector importante. No en vano, la página web www.marcaespaña.es, en un artículo publicado en abril de este mismo año, ofrece una serie de datos que refrendan esta tesitura.
Según se puede leer en el artículo anteriormente mencionado, el sector cerámico español se sitúa como líder mundial en cuanto a desarrollo tecnológico, diseño, calidad del producto y calidad del servicio. Es, además, el primer exportador a nivel europeo y el segundo desde la óptica mundial, con una cuota de mercado comprendida entre el 15% y el 18%. En cuanto a la producción, copamos un 5’8% de la producción cerámica situándonos en la cuarta posición a escala mundial.
En cuanto a niveles de facturación, se alcanza una cifra para el mercado español de 3.500 millones de euros, de los cuales el 80% corresponde a exportaciones. Hay que tener en cuenta que los productos cerámicos españoles se encuentran en un total de 186 países siendo Francia nuestro mayor comprador (en torno al 4% del total de exportaciones pone rumbo al país galo).
Nuestras exportaciones han crecido sustancialmente en espacios no pertenecientes a la Unión Europea. Así, las exportaciones con destino a Oriente Próximo y Asia experimentaron un crecimiento superior al 10%. En Estados Unidos la subida ha superado incluso el 40% y Rusia ya se sitúa en la séptima posición en cuanto a la importancia de clientes para España.
